Entre
vientos que desgastan y no succionan, que des-comprenden el sentido horario,
naufraga en vidas de cielo nocturno; ideas se apoderan y nunca cumplen su
valor, carcomiendo a fuego lento el límite que nos delimita que nos la lleva
sin nunca más volver. He aquí el prisionero en tinieblas, el prófugo nunca
visto, el inverosímil jamás denominado, el progenitor que nunca fue padre
asevera su indigencia en notas cortas.
Una pasión en semitono que nunca golpea pero lastima, que tiñe las heridas con
pinturas de verde azulado en ácido sulfúrico, entre el cielo putrefacto con
vientos descompuestos que derraman en océanos las lagrimas no cedidas.
He aquí el prisionero en tinieblas, el que arrepiente y no comprende, el que
desea y perjudica, el que atrae y quita colmillos de lobo en tan hambrienta
noche de histeria, airadamente disconforme entre sangres no derramadas que
aúllan anocheceres eternos, tenebrosa somnolencia.
Entre vientos que desgastan, que descomponen ideales, se aprisiona en tinieblas
carcomiendo el límite que jamás he de comprender, y así en lógica objeción la
sangre no se mostrará y la hemos de imaginar sin nunca conocer
No hay comentarios:
Publicar un comentario