27.6.12

Magnitud del delirio.


Nunca le pudo haber importado tanto saber quién soñó con sus ojos en aquel día, se veía tan distraída que de su presencia no me pude percatar, saber con quien hablaba o corresponder la mirada, todo se entristecía, fantasía en honor a mi pesar; revolcándose en la noche, maniatada, respiraba su silencio, su integridad emocional.

Nunca le pudo haber importado tanto saber que huía, así las riñas confrontaban a su dulce intelecto, despiadada con quienes no la conocer, con los que la han de conocer. Sintiendo la traición de sólo pensar en esa idea, renaciendo del poder, la grandeza de su delirio, la fortaleza de su alivio, reacción en ficción; restregándose en cimiento, en palabras que acusan (si, miento) su noción de despertar en ese insomnio que desvanece en su cordura, imponderable viacrucis, insoportable estimulo en razón de vivir.

Nunca le pudo haber importado tanto saber que iba lejos, sin coincidir con sus metas, metafórica  metamorfosis, metátesis; magnitud de excelencia, fantasía despiadada, confrontación emocional, integridad distraída, intelecto silencioso, mirada entristecida, percance inhumano, delirio y fortaleza, insoportable viacrucis, cordura imponderable, insomnio restregado, poder de traición.

Matices y viejas devenidas.


Desfigurando a mi esencia para (con)fundir con un poema, dichos que inyectan en sobredosis, atraco profundo de aguas saladas, sed nocturna, vicio insatisfecho, humildad maligna, noción des-configurada.

Para atraer mi atención y vivir en mí sin molestarte; para extraer mi expansión y nacer en mi sin despertarte, siendo un retrogrado, un asedio hostil, fiel ácaro, fiel índole, perjuicio de mis prejuicios. Mi garganta de lata me delata y mis sueños internos se contradicen, mis fantasías diarias toman costumbres, mis formas elementales florecen de un vacio, de experiencias que viven sin remordimientos; defectos que se toman como virtudes y se va emprendiendo, aprendiendo, diluyendo; Supliendo a mi inconstancia.

Matices y viejas devenidas (corrección al anterior) Siempre hablando de lo que –poco- conozco, porque desconozco mis raíces y vivo de una intriga meramente innecesaria; más bien podría tomar en cualquier dibujo/cronograma existencial del que carecen mis plañías, porque siempre ‘desatino’ a mi eficiencia, conducencia, sin decencia.
Tal vez vea que no existo, me dé cuenta del infierno ocasional que propongo, lo que siempre expongo y nunca repito; sinónimos absolutistas, frases decaídas, textos disipados, anticipados.

Siempre hablando de ¿algo? escuchando a mi cabeza, plagiando mis mentiras, mis manos cromadas para un lápiz sin papel; el corrector de mis caprichos, el indígena sin cultura, el prehistórico actual.

Matices y viejas devenidas corrigen lo imperfecto, haciendo de mis pensamientos una hemorragia incurable, hablando de ‘nuevo’ con pretéritos pretextos.

Y fui todas esas personas en un solo cuerpo, tuve la oportunidad de odiarme, como también, de seguir amando.

21.6.12

El no ser.



desprendiendo el tatuaje del cuerpo que arranca la piel en carne sin sal, descompuesto, desintegrado, en un alma que no aspira el cargo, un cerebro que no retiene información valida; tanto se construye y se desmorona en presencia tuya, nunca se ve, pero dicen que está cerca, nunca salta, pero va sin alas por el aire, entre nubes que apetecen los sarcásticos enredos, los mismos que se influencian en mala conducta, los que dicen que el sudor hace parte del trabajo, los que en paredes quedan histéricos, los que toman al día como compromiso, todos se molestan.

El estruendo desfortalece la comunicación, y creen tener contacto, alegando que es la manera correcta, lógico, hace parte de todos,  siendo una sola la razón.

Tan largo tiempo, tan corto el plazo, tan subjetiva noción en emotivo talento deshumano, el que dice hacer y el que no demuestra ser, el que te espera sin lugar fijo, el que se apodera queriendo destruir, el que sabe que el estimulo fortalece y huye de sí mismo, el que no quiere compromiso, el que no se cumple.

El agua se des-hunde en posteriores complejos que ofuscan, el desuello de la piel en tatuaje sin nombre, sin figura, el mismo que te des-identifica y obstruye vanidades en cólera, entre puertas que sólo cierran que reconocen y no dejan entrar.

18.6.12

Desmintiendo al presente.


Entre hojas se exaltan y el viento crea el movimiento natural, las letras se descomponen, la lectura se escucha para no leer de noche, un cuento infantil narrado por quienes no vinieron hoy, sólo vivieron en nuestras cabezas, permutando al presente de esa realidad inconsciente que nos deja llevar todo lo vivido, que se ve tan hiperactivo, que se escucha tan imperativo, m
anteniéndose.

¿A qué se asemejan los versos? Como simulando un enredo que no tiene fin, un nudo que desata la lengua y escribe en sus manos; hoy no encontramos compasión pero si vemos los estribos de esta nota en corto, tan soluble, vegetativa, inmensurable compresión que ‘desmesura’ lo anterior, lo que no deja de ser ayer (antiguo) pero no envejece y SI toma fuerza, contraataca siempre.He de haber fingido constantemente, como diciendo NO cuando me esperabas, cuando te perdías, cuando discutías, cuando otra vez me gritabas sin que haga parte -yo- de todos, y mismo siendo del todo, no me encuentro, no busco una lamina que me identifique, voy adivinando mi rostro dibujando un semblante que extermine mis fantasías; así vuelvo a ser yo, y de esta vez no me estoy buscando.

Alguien me hubiera contado o mismo yo entendido todo ya desde un principio sin dejar a que el tiempo ‘diga’, el tiempo no soluciona, el tiempo mata, es un asesino, una especie de cáncer; pero no vine a quejarme del tiempo, sino de mi orden, del librero de mis facultades mentales, de mi diccionario, de mi matemática, de esta calculadora que ya no multiplica. No soy una maquina, nada más soy lo que mi mente derrite a cada instante, esas ideas que se retractan, que no se entienden, que no se asocian con mi ‘orden de escrito’, con lo que veo en las calles lo que dibujo en el espejo y no construyo, lo que no voy formando.

Cuando las hojas se exaltan y el viento crea ese movimiento natural, me veo en las calles, multiplicado por un espejo, desmesurado, permutando al presente, simulando un enredo, encontrando compasión, escribiendo en mis manos, buscando una solución al tiempo, fingiendo constantemente, dibujando un semblante, exterminando mis fantasías, desmintiendo mi realidad.

12.6.12

Las 'no' palabras.



Un sentimiento de piel a piel descompone el control mutuo, como ostentando un singular momento que se encuentra cuan diamante en bruto y se descuartiza en piedras preciosas, sin la necesidad de explicar, con la necedad que él mismo se expresa entre vientos que vagan por todo el mundo hasta llegar a tus oídos.

Un sentimiento de piel a piel usufructúa a la 'no' inteligente palabra, entre lazos que podrían carecer de límites, como tallándote en madera sin estructura, desorientado entre labios rotos que comparten la misma sangre, que juran haberse esperado por siglos, que juran haber olvidado el peligro, sin extinción, sin noción.

 Te invoco en razón que no reposa, retratando senderos con atajos que me llevan a vos, entre ruidos que sólo escuchan tu voz, sin extenuarme, sin exhaustarme en mares de risas que tildan de idiota a esta sensación; que desconcierto colmado de ‘no’ límites interactúan tus sabores naturales, tan cerca y remoto, tan abstracto e inmutable.

Dirigido al encuentro del casual yo nocturno, la ya ‘no’ soledad tuya, la definición en monedas del mismo semblante en las ‘no’ palabras que gustan amamantar las tormentas cuando callas, cuando te ves cohibida, cuando te siento tan tímida como multiplicando los días de tu destierro, en ajena virtud que añora en presencia, que desorienta en distancia.

Te llevaría en mente, o hasta por siempre en este escrito tan humilde e indigente que desea expresar el propio título.

9.6.12

Tu mejor ausencia.


Es la que olvido de recordar, la que ‘redunda’ en mis raíces y dispersa tu suave esencia; la que hoy no está, la que hoy no desea escapar, la que hoy no insulta, la que hoy no dice ser siempre.

Estallarán gritos enfermos, los mismos que declaran ajenos sus deseos, su añoranza que envenena, su ‘vicio’ meticuloso, todo con un cierto propósito, vigente a su distancia, escanciada, estancada, tan ‘nada’ que reprime sus medidas y nunca se reproduce, olvidando sus principios, ocultando sus andanzas, nace de una vieja esperanza que danza y encanta para luego aniquilar.

Y serás siempre la sombra de tus promesas, y el ventrílocuo que acompañe cantará tus míseras miserias, haciendo misa a tus virtudes, las que promulgas comulgar, razones que viven en tu boca regurgitando misterios en sinfín de palabras cruzadas; todo en contratiempo.

Así me expido al despedirme, sin –ya- ofuscar tu luz, tu optima ilusión óptica, tu añoranza dispersa, la que olvido de recordar que vive en tus enmiendas y ríe al matar. Así se declara ‘vivo’ el que carece de insomnio y miente arrepentido, permutando sus incógnitas;  de nada sirve ser el ‘hoy’ si no existe un mañana.

6.6.12

Opté por sondar mi sondeo.




El residuo de una caricia mal hecha, del verso desparramado, está mal formado, mal interpretado; el residuo de una deficiente consternación, de una apareable virtud soluble con sabores deshumanos saborea al aire desprolijo, malgastando los siglos de rezo, los años de creencia, los moldes de figuras suscitadas.

 Titubea el estricto malestar ahumado, el concernible extracto de rienda, la mareante nostalgia aguada, el reciproco lapso de una destitución vergonzosa, abrumadora.

Estrecho de inoxidable añoranza, la canción de botas blancas de discernidas des-costumbres, subtítulos mal titulados; enojos y confrontaciones de niño saborean la tierra al por mayor con menores riesgos de acción benéfica.

Opté por desfigurar mi presencia por temor a reencarnar en ella, la avaricia des-confunde al ocaso, el loco siervo de piñeda de abajo con automotrices de cera, un resumen de malas ideas, un cardumen de notas reconfiguradas, un pentagrama con ociosas imágenes poríferas, con deciduos de residuo, figuras repletas de senescencia con ordenes dialecticos de pura envergadura.

El ascender del firmamento parpadea en tu sonrisa con detalles translucidos en diseños anatómicos, tan polivalente, versátil, influyente. Envuelve el sonido de las hojas pintadas, del árbol con frutos inmaduros, crecientes, nacientes, vivientes. Monopolio, sigue siendo el mismo, el estigma de los ojos a media vista que deviene se acerca y nunca desaparece, que sostiene lleva y nunca contiene. El movimiento sensato es el ágil señor de la tierra roja, de la ropa desvestida, de la inquietante molécula molecular. El vuelo a media altura entretiene la acción ciega del que observa el hito de manera referente, redundancia ajena, tuya mía, más tuya, vuestra, vecinas enemigas.

Dos, van sin rumbo los atajos, despilfarros entierros de dos sombras sin cuerpo, vagabundos de por vida, de vida sin muerte, sin juicio, sin nominación.

3.6.12

El que viene y desaparece.


Se esconde entre sombras, sin identidad, como no definiendo su imagen, entre cuerpos no tan humanos, pero todos saben que existe que estrecha las manos de padre apaciguando el llanto, sin dejarnos ver en ojos de camaleón, entre risas de hienas, frunciendo el seño de león.


Entre cuerpos de animales se desliga del tiempo avasallando complejos sin tendencias, golpeando el pecho sin que nadie arrastre el residuo de su consciencia, viendo que lo lejos se acerca, que el tamaño se generaliza, que la prisa deviene en cuarteles de crestas.

Nos dejaran aterrorizar ajenas somnolencias que des-respiran ataúdes, que manipulan gestaciones en colirio de ceguera constante, entre lapsos que des-entregan los lazos al que enfurece esta lanza en corazón de guerrero.

He de comprender que todos asumimos el rol entre exquisitos relieves que apodera a esta obra en maldita unción ajena, en abrazos que acaloran, que queman los brazos y parte en pedazos el alma de niño.

He de comprender que no admiro a mi sombra, que no veo sus ojos, que no obstruyo en su sonrisa de piel lavada en tinte, en predicción que desalienta al contribuyente, en acción que menoscaba el entorno, que retribuye espacios, que acomoda el feto, entona el himno, despacio, lento, sin ambiente, sin contribuyente, sin ir, sin venir, sin hablar.