21.10.12

La muchacha del rostro diferente.




Y un atardecer desolado, encubierta entre un manto de cenizas decaídas, de las que no nacerán sus partidas, de tan cansada y arrepentida, tan desollada y afligida.

Se dejaba estar y se hacía llevar en todo lo pérfido que podría ser, sabiendo que podía haber nacido igual y mismo ser distinta, ilustre, elaborada como una pieza de colección. Nunca siendo su existencia misma la razón de su rudeza, sino el reflejo de la ignorancia de los que la miran apabullados olvidando los desperfectos de este mundillo que acusa con dedos de fuego, siendo enemigos de hermanos, parricidas sin consuelo de saberes discrepantes y auxilios nunca vistos.

Sus cabellos escondían su noble figura, su dulzura sobre medida, su mirada sin presente, su color sin descendencia, su apariencia sensible, su distinguible preciosidad que no entendía a sus vecinos ni a sus más lejanos. Nunca haciendo parte de lo que llaman normal, de lo que obligan a ser, un espejo manchado, un arquetipo referente, indolente y pernicioso.

Su confidente soledad acariciaba anocheceres de llantos imperceptibles, su crepúsculo tonsurado, resultado de lo inhibido, del retroceso colectivo que rehuía en su cuerpo entre deseos disconformes, arrinconados, desamparados.

Un atardecer cansado, un arrepentimiento alejado, una razón escondida entre una vida sin contorno, una existencia sin presente, un rostro (in)diferente.

14.10.12

Por todos esos lunes que han de venir.



Y una decadencia imparable, por un día después, sin mañana y tantos espacios en este punto y aparte.

Me decido y te rectifico como una figura sin retrato, como un mantel sin suciedad, siendo vos algo obsceno y centenares  de inquietudes de las que no puedo hablar. ¿Por qué estás y te vas si sos mi bien común? O un desperdicio, algo superfluo, como un mal sin medida, un laberinto sin salida y todavía me pregunto ¿por qué no llegas?

Fuiste todo y ‘aquello’ un pasado en resaca, un querer que acentúa y nuestras dudas que vivirán por siempre un ayer. Te quiero despierta, te consigno entre abierta como una puerta para obtener un poco más de vos.

Por todos esos días que reclaman, que se intercalan asumiendo el papel de domingo, y por en cuanto sigo entero, siendo el sabor de este miedo y cualquier extensión irregular.

Habíamos hablado tanto coqueteando nuestras palabras, conjugando nuestro absolutismo, disimulando nuestro lenguaje eterno, corporal/incierto reviviendo en una exclamación. Necesito tu cuerpo y un largavista más cualquier cosa que nos una, una urna que intercale, un buzón de quejas, una materia fecal en poesía dispareja, una rima que oprima su razón (de ser).

Por todos estos encuentros espontáneos y esta falta de sentimiento, estos errores que nunca se corrigen, este mal que persigue y mi debilidad se desgasta, mi cabeza no trabaja y mi cuerpo pide un descanso.

7.10.12

Siempre que me redacto.



Te escucho entre mis voces, te atraigo en silencio, sin ser fiel a mi autoría, siempre que me enredo, me congelo; Porque soy el silencio que desentrañan las palabras de despedida.

Te adquiero y vuelvo a exponerme (como siempre) cuando me expreso y no digo lo que siento, cuando me siento y pienso que no le temo a la muerte, más bien es el miedo a estar vivo, de seguir, porque me excluyo continuamente, constantemente.

He de seguir siendo mi ilusión, la aclaración de mi egoísmo, el reproche de mi oportunismo, mi alusión personal; cuando fluyo sin ningún tipo de evolución, cuando me escabullo sin alguna aclaración, así te exclamo, te interrogo, te deletreo y nunca me nombro; siendo el sonido de mi infierno, la representación de mis argumentos y otras notas que vagan al divagar.

Mi megalomanía, mi soledad en efecto, mi egocentrismo expreso, mi dualismo conjugado, mi deísmo ignorado en las vanguardias que me notifican; ismos y rebeldías que propugnan mis anhelos; parodias que escasean, los indultos se pasean y mi ignorancia finge comprensión, cuando te escucho entre mis voces, siendo fiel a mi autonomía, desentrañando egoísmos, expresando mi enredo, cuadrado, dilatado, desaseado, desatinado.