Un
sentimiento de piel a piel descompone el control mutuo, como ostentando un
singular momento que se encuentra cuan diamante en bruto y se descuartiza en
piedras preciosas, sin la necesidad de explicar, con la necedad que él mismo se
expresa entre vientos que vagan por todo el mundo hasta llegar a tus oídos.
Un sentimiento de piel a piel usufructúa a la 'no' inteligente palabra, entre
lazos que podrían carecer de límites, como tallándote en madera sin estructura,
desorientado entre labios rotos que comparten la misma sangre, que juran
haberse esperado por siglos, que juran haber olvidado el peligro, sin
extinción, sin noción.
Te invoco en razón que no reposa, retratando senderos con atajos que me
llevan a vos, entre ruidos que sólo escuchan tu voz, sin extenuarme, sin
exhaustarme en mares de risas que tildan de idiota a esta sensación; que
desconcierto colmado de ‘no’ límites interactúan tus sabores naturales, tan
cerca y remoto, tan abstracto e inmutable.
Dirigido al encuentro del casual yo
nocturno, la ya ‘no’ soledad tuya, la definición en monedas del mismo semblante
en las ‘no’ palabras que gustan amamantar las tormentas cuando callas, cuando
te ves cohibida, cuando te siento tan tímida como multiplicando los días de tu
destierro, en ajena virtud que añora en presencia, que desorienta en distancia.
Te llevaría en mente, o hasta por siempre en este escrito tan humilde e
indigente que desea expresar el propio título.
Mmmmmm no me parece un escrito humilde, me parece un mini ensayo a escribir como Rubén Darío, tal vez deberías pasarte por ahí si todavía no lo hiciste, es lectura recomendada atenta a tu tono ;)
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